Las condiciones del local donde se ha implantado la farmacia era el mayor condicionante para el diseño de la misma ya que se trataba de un edificio del año 1940 característico del núcleo histórico del barrio valenciano de Benicalap.
Las premisa principal era crear un local espacioso, luminoso, que diera la sensación de amplitud y confort pero que mantuviera la materialidad propia del edificio como son los pillares de ladrillo macizo, el muro de carga de mampostería y el forjado de vigas de madera y entrevigado cerámico.
FARMACIA TARAZONA (Valencia)
A la hora de diseñar el mobiliario para exposición de producto se optó por el hierro lacado en negro y tonos blancos y de madera.
Las estanterías de los escaparates cuelgan del forjado sin apoyar en el pavimento, dando mayor sensación de amplitud al espacio. La zona privada de la farmacia se completa con una zona de trabajo con entrada propia desde la fachada, despacho privado, aseo, laboratorio y almacén.