La vivienda está ubicada en pleno centro del barrio de Ruzafa, frente a la Iglesia de san Valero y el mercado de Ruzafa.
Se busca un espacio lo más abierto posible, aprovechando al máximo la luz natural. Los techos altos característicos de las viviendas antiguas de la zona del ensanche permiten que la luz entre a todos los rincones de la casa.
Un salón-comedor totalmente abierto, al cual también vuelca la cocina, que se puede cerrar mediante una gran puerta corredera de hierro y vidrio que permite aislar ruidos y olores manteniendo la relación con el espacio principal.
Se mantienen los pilares de hormigón vistos, que junto a la madera del suelo, los colores neutros de las paredes y la gran estantería de obra aportan el toque cálido al salón.
Este proyecto se caracteriza por los detalles tanto en los acabados como en la iluminación. Bañadores de pared en dos direcciones, luz indirecta para marcar el recorrido en el pasillo, tiras led ocultas en la cocina, encimera con acabado imitación mármol, armarios de suelo a techo en toda la vivienda…
El dormitorio principal cuenta con vestidor y un amplio baño integrado, donde todos los elementos quedan en espacios diferentes según su uso, y también puede separarse de la habitación mediante la puerta corredera existente entre ambos espacios.
Fotografía: Germán Cabo