La vivienda de más de 300m2 está ubicada en un edificio histórico protegido en la ciudad de Valencia. La intervención se centra en dotar de un programa concreto a las terrazas existentes. En una de ellas se ubica un solárium y en la otra una zona de barbacoa y almacenaje de las instalaciones de la vivienda. Además se cambian los materiales existentes para una mejor lectura final del conjunto de las mismas.
El salón – comedor es articulado por el volumen central que ocupa la cocina y todos estos espacios vuelcan a su vez a las terrazas con vistas al centro de la ciudad. Todo ello, junto con caudal de luz que recibe la vivienda, son las premisas a tener en cuenta a la hora de proyectar el interior de la vivienda. Esta estancia se concibe como un espacio social con una imagen más sobria, donde tanto el sofá, como la mesa y la librería son de grandes dimensiones.
El resto de estancias se han proyectado con un interiorismo más cálido con líneas blancas y de madera, consiguiendo ambientes más privados donde refugiarse. El acceso a la vivienda es un guiño de luz a la naturaleza, donde se creó un bosque lumínico con el que los clientes se sentían muy identificados.
Fotografía: Germán Cabo