Se podría definir un Pied-à-terre como una pequeña vivienda, generalmente ubicada en una ciudad y cuyo uso suele ser temporal como segunda residencia. Dicha descripción es perfecta para nombrar este proyecto de reforma integral de vivienda. Con sus 80 m2 y ubicada en el centro de Valencia, Pied-à-terre nos da la bienvenida como un proyecto cuyo diseño interior está pensado hasta el más mínimo detalle y cada rincón proyectado para ser aprovechado al máximo.

Toda la vivienda está pensada para ganar luz y sensación de amplitud. La zona de día, con la cocina integrada y totalmente abierta al salón, aporta ese toque de modernidad y a la vez permite unir espacios y compartir usos. Dicha cocina cuenta con una extensa isla donde viene integrada la mesa principal del comedor.

Al ser una vivienda de reducidas dimensiones cada rincón debía proporcionar la máxima funcionalidad. De ahí el diseñar una amplia armariada en la zona de la cocina. Esto otorga a la vivienda una capacidad de almacenaje mayor, además de aportar orden y minimalismo a la estancia.

La luz es una de las grandes protagonistas en el diseño interior de Pied-à-terre. Las vistas despejadas a la ciudad de Valencia han facilitado la entrada de esta luz natural, permitiendo que la casa desprenda calidez.

El uso de la curva en la arquitectura está cada vez más presente y Pied-à-terre es un claro ejemplo de ello. La sinuosidad y belleza que confiere al hogar, representan la delicadez que se ha empleado a la hora de plantear este diseño de vivienda al más puro estilo modernista.

Fotografías: Sebastian Erras (https://sebastianerras.com/)

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Se podría definir un Pied-à-terre como una pequeña vivienda, generalmente ubicada en una ciudad y cuyo uso suele ser temporal como segunda residencia. Dicha descripción es perfecta para nombrar este proyecto de reforma integral de vivienda. Con sus 80 m2 y ubicada en el centro de Valencia, Pied-à-terre nos da la bienvenida como un proyecto cuyo diseño interior está pensado hasta el más mínimo detalle y cada rincón proyectado para ser aprovechado al máximo.

Toda la vivienda está pensada para ganar luz y sensación de amplitud. La zona de día, con la cocina integrada y totalmente abierta al salón, aporta ese toque de modernidad y a la vez permite unir espacios y compartir usos. Dicha cocina cuenta con una extensa isla donde viene integrada la mesa principal del comedor.

Al ser una vivienda de reducidas dimensiones cada rincón debía proporcionar la máxima funcionalidad. De ahí el diseñar una amplia armariada en la zona de la cocina. Esto otorga a la vivienda una capacidad de almacenaje mayor, además de aportar orden y minimalismo a la estancia.

La luz es una de las grandes protagonistas en el diseño interior de Pied-à-terre. Las vistas despejadas a la ciudad de Valencia han facilitado la entrada de esta luz natural, permitiendo que la casa desprenda calidez.

El uso de la curva en la arquitectura está cada vez más presente y Pied-à-terre es un claro ejemplo de ello. La sinuosidad y belleza que confiere al hogar, representan la delicadez que se ha empleado a la hora de plantear este diseño de vivienda al más puro estilo modernista.

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Toda la vivienda está pensada para ganar luz y sensación de amplitud. La zona de día, con la cocina integrada y totalmente abierta al salón, aporta ese toque de modernidad y a la vez permite unir espacios y compartir usos. Dicha cocina cuenta con una extensa isla donde viene integrada la mesa principal del comedor.

Al ser una vivienda de reducidas dimensiones cada rincón debía proporcionar la máxima funcionalidad. De ahí el diseñar una amplia armariada en la zona de la cocina. Esto otorga a la vivienda una capacidad de almacenaje mayor, además de aportar orden y minimalismo a la estancia.

La luz es una de las grandes protagonistas en el diseño interior de Pied-à-terre. Las vistas despejadas a la ciudad de Valencia han facilitado la entrada de esta luz natural, permitiendo que la casa desprenda calidez.

El uso de la curva en la arquitectura está cada vez más presente y Pied-à-terre es un claro ejemplo de ello. La sinuosidad y belleza que confiere al hogar, representan la delicadez que se ha empleado a la hora de plantear este diseño de vivienda al más puro estilo modernista.

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Toda la vivienda está pensada para ganar luz y sensación de amplitud. La zona de día, con la cocina integrada y totalmente abierta al salón, aporta ese toque de modernidad y a la vez permite unir espacios y compartir usos. Dicha cocina cuenta con una extensa isla donde viene integrada la mesa principal del comedor.

Al ser una vivienda de reducidas dimensiones cada rincón debía proporcionar la máxima funcionalidad. De ahí el diseñar una amplia armariada en la zona de la cocina. Esto otorga a la vivienda una capacidad de almacenaje mayor, además de aportar orden y minimalismo a la estancia.

La luz es una de las grandes protagonistas en el diseño interior de Pied-à-terre. Las vistas despejadas a la ciudad de Valencia han facilitado la entrada de esta luz natural, permitiendo que la casa desprenda calidez.

El uso de la curva en la arquitectura está cada vez más presente y Pied-à-terre es un claro ejemplo de ello. La sinuosidad y belleza que confiere al hogar, representan la delicadez que se ha empleado a la hora de plantear este diseño de vivienda al más puro estilo modernista.

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Toda la vivienda está pensada para ganar luz y sensación de amplitud. La zona de día, con la cocina integrada y totalmente abierta al salón, aporta ese toque de modernidad y a la vez permite unir espacios y compartir usos. Dicha cocina cuenta con una extensa isla donde viene integrada la mesa principal del comedor.

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Toda la vivienda está pensada para ganar luz y sensación de amplitud. La zona de día, con la cocina integrada y totalmente abierta al salón, aporta ese toque de modernidad y a la vez permite unir espacios y compartir usos. Dicha cocina cuenta con una extensa isla donde viene integrada la mesa principal del comedor.

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