Esta vivienda ubicada en el ensanche valenciano representa la armonía y recogimiento de los espacios que la componen. Recorrer sus 130 m2 de superficie nos transporta al cálido hogar de las típicas viviendas del casco histórico, sin olvidar el toque de modernidad de la nueva manera que tenemos de habitar los hogares del siglo XXI.

Casa Sueca nos da la bienvenida con la unión del recibidor y cocina en un mismo espacio. De este modo conseguimos eliminar la compartimentación de espacios, además de ganar amplitud y comodidad a la hora de recorrer cada uno de sus ambientes. Tras la reforma integral de esta vivienda, la cocina ha pasado a ser el corazón del hogar, convirtiéndola en la zona central y de paso que separa la zona de día y de noche de toda la casa.

Una de las premisas de los clientes a la hora de plantear sus necesidades de reforma era devolver a la vivienda la sensación de hogar y calidez que había perdido con el paso de los años. Esto se ha conseguido, entre otras cosas, gracias a la instalación de una chimenea en el salón, la cual evoca los hogares más puros, donde sentirse seguros, donde disfrutamos de total libertad y armonía. La madera, distribuida a lo largo de toda la zona de día de la vivienda, es otro de los elementos que suman para conseguir ese efecto hogareño. La encontramos tanto en la cocina como en el salón-comedor, además la puerta corredera de cristal que separa ambos espacios está diseñada también con madera lo que ayuda a generar esa continuidad visual.

Otro de los elementos que se han querido conservar para este proyecto de reforma integral son las molduras. Con ello se ha pretendido mantener esa esencia de vivienda histórica, haciendo un guiño a donde se encuentra y sus orígenes.

En la zona de noche de Casa Sueca nos encontramos con tres amplios dormitorios y dos baños, uno de ellos integrado en el dormitorio principal. Las líneas simples de los baños y los dormitorios contrastan con el resto de la vivienda, con el objetivo de dotar de modernidad a estos espacios.

La armonía de los materiales y el cuidado por el diseño de los detalles, constituyen la combinación perfecta para lograr que un espacio como Casa Sueca desprenda calidez.

Fotografías: Sebastian Erras (www.sebastianerras.com)

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Esta vivienda ubicada en el ensanche valenciano representa la armonía y recogimiento de los espacios que la componen. Recorrer sus 130 m2 de superficie nos transporta al cálido hogar de las típicas viviendas del casco histórico, sin olvidar el toque de modernidad de la nueva manera que tenemos de habitar los hogares del siglo XXI.

Casa Sueca nos da la bienvenida con la unión del recibidor y cocina en un mismo espacio. De este modo conseguimos eliminar la compartimentación de espacios, además de ganar amplitud y comodidad a la hora de recorrer cada uno de sus ambientes. Tras la reforma integral de esta vivienda, la cocina ha pasado a ser el corazón del hogar, convirtiéndola en la zona central y de paso que separa la zona de día y de noche de toda la casa.

Una de las premisas de los clientes a la hora de plantear sus necesidades de reforma era devolver a la vivienda la sensación de hogar y calidez que había perdido con el paso de los años. Esto se ha conseguido, entre otras cosas, gracias a la instalación de una chimenea en el salón, la cual evoca los hogares más puros, donde sentirse seguros, donde disfrutamos de total libertad y armonía. La madera, distribuida a lo largo de toda la zona de día de la vivienda, es otro de los elementos que suman para conseguir ese efecto hogareño. La encontramos tanto en la cocina como en el salón-comedor, además la puerta corredera de cristal que separa ambos espacios está diseñada también con madera lo que ayuda a generar esa continuidad visual.

Otro de los elementos que se han querido conservar para este proyecto de reforma integral son las molduras. Con ello se ha pretendido mantener esa esencia de vivienda histórica, haciendo un guiño a donde se encuentra y sus orígenes.

En la zona de noche de Casa Sueca nos encontramos con tres amplios dormitorios y dos baños, uno de ellos integrado en el dormitorio principal. Las líneas simples de los baños y los dormitorios contrastan con el resto de la vivienda, con el objetivo de dotar de modernidad a estos espacios.

La armonía de los materiales y el cuidado por el diseño de los detalles, constituyen la combinación perfecta para lograr que un espacio como Casa Sueca desprenda calidez.

Fotografías: Sebastian Erras (www.sebastianerras.com)

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Casa Sueca nos da la bienvenida con la unión del recibidor y cocina en un mismo espacio. De este modo conseguimos eliminar la compartimentación de espacios, además de ganar amplitud y comodidad a la hora de recorrer cada uno de sus ambientes. Tras la reforma integral de esta vivienda, la cocina ha pasado a ser el corazón del hogar, convirtiéndola en la zona central y de paso que separa la zona de día y de noche de toda la casa.

Una de las premisas de los clientes a la hora de plantear sus necesidades de reforma era devolver a la vivienda la sensación de hogar y calidez que había perdido con el paso de los años. Esto se ha conseguido, entre otras cosas, gracias a la instalación de una chimenea en el salón, la cual evoca los hogares más puros, donde sentirse seguros, donde disfrutamos de total libertad y armonía. La madera, distribuida a lo largo de toda la zona de día de la vivienda, es otro de los elementos que suman para conseguir ese efecto hogareño. La encontramos tanto en la cocina como en el salón-comedor, además la puerta corredera de cristal que separa ambos espacios está diseñada también con madera lo que ayuda a generar esa continuidad visual.

Otro de los elementos que se han querido conservar para este proyecto de reforma integral son las molduras. Con ello se ha pretendido mantener esa esencia de vivienda histórica, haciendo un guiño a donde se encuentra y sus orígenes.

En la zona de noche de Casa Sueca nos encontramos con tres amplios dormitorios y dos baños, uno de ellos integrado en el dormitorio principal. Las líneas simples de los baños y los dormitorios contrastan con el resto de la vivienda, con el objetivo de dotar de modernidad a estos espacios.

La armonía de los materiales y el cuidado por el diseño de los detalles, constituyen la combinación perfecta para lograr que un espacio como Casa Sueca desprenda calidez.

Fotografías: Sebastian Erras (www.sebastianerras.com)

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Casa Sueca nos da la bienvenida con la unión del recibidor y cocina en un mismo espacio. De este modo conseguimos eliminar la compartimentación de espacios, además de ganar amplitud y comodidad a la hora de recorrer cada uno de sus ambientes. Tras la reforma integral de esta vivienda, la cocina ha pasado a ser el corazón del hogar, convirtiéndola en la zona central y de paso que separa la zona de día y de noche de toda la casa.

Una de las premisas de los clientes a la hora de plantear sus necesidades de reforma era devolver a la vivienda la sensación de hogar y calidez que había perdido con el paso de los años. Esto se ha conseguido, entre otras cosas, gracias a la instalación de una chimenea en el salón, la cual evoca los hogares más puros, donde sentirse seguros, donde disfrutamos de total libertad y armonía. La madera, distribuida a lo largo de toda la zona de día de la vivienda, es otro de los elementos que suman para conseguir ese efecto hogareño. La encontramos tanto en la cocina como en el salón-comedor, además la puerta corredera de cristal que separa ambos espacios está diseñada también con madera lo que ayuda a generar esa continuidad visual.

Otro de los elementos que se han querido conservar para este proyecto de reforma integral son las molduras. Con ello se ha pretendido mantener esa esencia de vivienda histórica, haciendo un guiño a donde se encuentra y sus orígenes.

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Casa Sueca nos da la bienvenida con la unión del recibidor y cocina en un mismo espacio. De este modo conseguimos eliminar la compartimentación de espacios, además de ganar amplitud y comodidad a la hora de recorrer cada uno de sus ambientes. Tras la reforma integral de esta vivienda, la cocina ha pasado a ser el corazón del hogar, convirtiéndola en la zona central y de paso que separa la zona de día y de noche de toda la casa.

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Casa Sueca nos da la bienvenida con la unión del recibidor y cocina en un mismo espacio. De este modo conseguimos eliminar la compartimentación de espacios, además de ganar amplitud y comodidad a la hora de recorrer cada uno de sus ambientes. Tras la reforma integral de esta vivienda, la cocina ha pasado a ser el corazón del hogar, convirtiéndola en la zona central y de paso que separa la zona de día y de noche de toda la casa.

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Otro de los elementos que se han querido conservar para este proyecto de reforma integral son las molduras. Con ello se ha pretendido mantener esa esencia de vivienda histórica, haciendo un guiño a donde se encuentra y sus orígenes.

En la zona de noche de Casa Sueca nos encontramos con tres amplios dormitorios y dos baños, uno de ellos integrado en el dormitorio principal. Las líneas simples de los baños y los dormitorios contrastan con el resto de la vivienda, con el objetivo de dotar de modernidad a estos espacios.

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Casa Sueca nos da la bienvenida con la unión del recibidor y cocina en un mismo espacio. De este modo conseguimos eliminar la compartimentación de espacios, además de ganar amplitud y comodidad a la hora de recorrer cada uno de sus ambientes. Tras la reforma integral de esta vivienda, la cocina ha pasado a ser el corazón del hogar, convirtiéndola en la zona central y de paso que separa la zona de día y de noche de toda la casa.

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Casa Sueca nos da la bienvenida con la unión del recibidor y cocina en un mismo espacio. De este modo conseguimos eliminar la compartimentación de espacios, además de ganar amplitud y comodidad a la hora de recorrer cada uno de sus ambientes. Tras la reforma integral de esta vivienda, la cocina ha pasado a ser el corazón del hogar, convirtiéndola en la zona central y de paso que separa la zona de día y de noche de toda la casa.

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Esta vivienda ubicada en el ensanche valenciano representa la armonía y recogimiento de los espacios que la componen. Recorrer sus 130 m2 de superficie nos transporta al cálido hogar de las típicas viviendas del casco histórico, sin olvidar el toque de modernidad de la nueva manera que tenemos de habitar los hogares del siglo XXI.

Casa Sueca nos da la bienvenida con la unión del recibidor y cocina en un mismo espacio. De este modo conseguimos eliminar la compartimentación de espacios, además de ganar amplitud y comodidad a la hora de recorrer cada uno de sus ambientes. Tras la reforma integral de esta vivienda, la cocina ha pasado a ser el corazón del hogar, convirtiéndola en la zona central y de paso que separa la zona de día y de noche de toda la casa.

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Casa Sueca nos da la bienvenida con la unión del recibidor y cocina en un mismo espacio. De este modo conseguimos eliminar la compartimentación de espacios, además de ganar amplitud y comodidad a la hora de recorrer cada uno de sus ambientes. Tras la reforma integral de esta vivienda, la cocina ha pasado a ser el corazón del hogar, convirtiéndola en la zona central y de paso que separa la zona de día y de noche de toda la casa.

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