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Farmacia SUD
Picassent, Valencia

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  • En la Farmacia Sud, nos enfrentamos al reto de solventar el problema de un viejo edificio construido en varias fases sobre el que hay que implementar el programa propio de una farmacia de nueva apertura.

    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

    Dada la gran superficie de la farmacia, se crean zonas para juegos infantiles y se expone una valiosa colección particular de albarelos. También la rebotica se beneficia de esta extensión, albergando zonas de trabajo amplias y luminosas, así como una estancia trasera para las guardias que recibe luz desde el patio de la fachada trasera.

    Arquitecto colaborador: Luis Duart
    Fotografía: Germán Cabo Volver

  • En la Farmacia Sud, nos enfrentamos al reto de solventar el problema de un viejo edificio construido en varias fases sobre el que hay que implementar el programa propio de una farmacia de nueva apertura.

    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

    Dada la gran superficie de la farmacia, se crean zonas para juegos infantiles y se expone una valiosa colección particular de albarelos. También la rebotica se beneficia de esta extensión, albergando zonas de trabajo amplias y luminosas, así como una estancia trasera para las guardias que recibe luz desde el patio de la fachada trasera.

    Arquitecto colaborador: Luis Duart
    Fotografía: Germán Cabo Volver

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    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

    Dada la gran superficie de la farmacia, se crean zonas para juegos infantiles y se expone una valiosa colección particular de albarelos. También la rebotica se beneficia de esta extensión, albergando zonas de trabajo amplias y luminosas, así como una estancia trasera para las guardias que recibe luz desde el patio de la fachada trasera.

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    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

    Dada la gran superficie de la farmacia, se crean zonas para juegos infantiles y se expone una valiosa colección particular de albarelos. También la rebotica se beneficia de esta extensión, albergando zonas de trabajo amplias y luminosas, así como una estancia trasera para las guardias que recibe luz desde el patio de la fachada trasera.

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    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

    Dada la gran superficie de la farmacia, se crean zonas para juegos infantiles y se expone una valiosa colección particular de albarelos. También la rebotica se beneficia de esta extensión, albergando zonas de trabajo amplias y luminosas, así como una estancia trasera para las guardias que recibe luz desde el patio de la fachada trasera.

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    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

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    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

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    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

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    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

    Dada la gran superficie de la farmacia, se crean zonas para juegos infantiles y se expone una valiosa colección particular de albarelos. También la rebotica se beneficia de esta extensión, albergando zonas de trabajo amplias y luminosas, así como una estancia trasera para las guardias que recibe luz desde el patio de la fachada trasera.

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    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

    Dada la gran superficie de la farmacia, se crean zonas para juegos infantiles y se expone una valiosa colección particular de albarelos. También la rebotica se beneficia de esta extensión, albergando zonas de trabajo amplias y luminosas, así como una estancia trasera para las guardias que recibe luz desde el patio de la fachada trasera.

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    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

    Así pues, la gran zona comercial se acaba en tonos blancos que reflejen la luz hacia la profundidad del local, exponiendo producto en determinadas zonas que capten la atención del cliente. Algunos grupos de pilares se esconden tras muros de vidrio que albergan dos despachos y el espacio central se libera para los mostradores, cuya exposición trasera es la imagen más representativa del proyecto.

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    Las diferentes estructuras realizadas en cada fase, unas de hormigón y otras de acero, impedían entender en su totalidad la gran superficie con la que se contaba. Después de eliminar los pilares más perjudiciales para el espacio, encontramos en la manera de solucionar este problema el hilo conductor del proyecto: las uniones metálicas de los pilares de hormigón y acero más cercanos serían el punto decorativo que se repetiría más tarde en los paneles comerciales y en el tabique que separa la zona comercial de la rebotica.

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  • En la Farmacia Sud, nos enfrentamos al reto de solventar el problema de un viejo edificio construido en varias fases sobre el que hay que implementar el programa propio de una farmacia de nueva apertura.

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